Entre las funciones del DHA caracterizadas en el cerebro, se encuentran su participación en la sinaptogénesis en áreas cerebrales relacionadas con la memoria y aspectos cognitivos, en la neurogénesis y la neuroprotección, la acción antiinflamatoria y prevención del estrés oxidativo, la captación de glucosa por el cerebro, y la regulación de los estados anímicos.
En relación a la sinaptogénesis, el DHA actúa a través de diversos mecanismos potenciales relacionados con la regulación de la membrana neuronal que activan diversos receptores y mecanismos de transducción de señales, y median en la exocitosis y endocitosis de las vesículas sinápticas. También actúa a través del sistema de receptores endocanabinoides que son reguladores de la sinapsis, e incluso algunos receptores endocanabinoides derivan de estos ácidos grasos.
Respecto a la neurogénesis, DHA media en la síntesis de la fosfatidilserina y la sinaptamida que promueven el crecimiento neuronal y de las neuritas. También parece fomentar la actividad del factor neurotrófi coderivado del cerebro (BDNF).
Por otra parte, el DHA es un potente mediador antiinflamatorio, y en humanos se ha relacionado el aumento del consumo de pescado con la reducción antiinflamatoria en enfermedades neurodegenerativas como EA y EP.
Debido a su estructura molecular de seis dobles enlaces, el DHA tiene capacidad lipoperoxidante,“asumiendo” parcialmente parte de los productos del estrés oxidativo. Estudios recientes han demostrado además que el DHA podría aumentar directamente la síntesis de algunos genes relacionados con la maquinaria antioxidativa celular.
El DHA podría también tener un papel en la regulación de la captación de glucosa en el cerebro. Así, en un estudio en roedores con dietas escasas en DHA, el suplemento de DHA recupera los bajos niveles del transportador de glucosa GLUT1 inducidos por el bajo consumo de este ácido graso.
Por otra parte, se han observado efectos beneficiosos del consumo de DHA en pacientes depresivos. Las investigaciones clínicas en personas con síntomas de depresión o con problemas de ansiedad han demostrado que estos pacientes tienen niveles inferiores de DHA en sangre. En muestras postmortem de los pacientes depresivos se encontraron bajos niveles de DHA en la corteza orbitofrontal.
Por último, numerosos estudios epidemiológicos y clínicos tanto en modelos animales como en humanos han demostrado que el aumento del consumo de DHA es neuroprotector, retrasando el desarrollo neurodegenerativo en el deterioro cognitivo ligero, y reduciendo el riesgo de padecer toxicidad tipo Alzheimer, como se comenta a continuación.
Beneficios del DHA frente a las enfermedades neurodegenerativas asociadas al envejecimiento
Un detrimento en DHA y la subsiguiente desestabilización de la membrana neuronal, se ha asociado a los mecanismos primarios de neurodegeneración en EA y EP, incluso en periodos asintomáticos de estas enfermedades.
Teniendo en cuenta que el DHA es el abundante de los PUFA en la membrana neuronal, estos datos sugieren que la deficiencia en este ácido graso podría ser uno de los factores tempranos que desencadenan la neurotoxicidad. En los análisis postmortem de cerebros de pacientes con EA se han observado bajos niveles de DHA en diversas áreas cerebrales relacionadas con la memoria, como la corteza frontal, el neocórtex y el hipocampo.
Además, los productos delipoperoxidación del DHA se encuentran elevados en estos pacientes, indicando que la reducción del DHA también podría fomentar el proceso oxidativo asociado con la patología. En el caso de la EP, incluso en etapas tempranas de Parkinson incidental, se ha encontrado en la corteza frontal de estos pacientes, una gran desproporción entre la proporción deω-6/ω-3 en las membranas neuronales, y en particular en las “balsas lipídicas”.
Por otra parte, los análisis postmortem de pacientes con EP muestran una desproporción similar de estos PUFA en el sistema nigroestriatal, uno de los principalmente afectados en esta enfermedad. En relación a los estudios epidemiológicos y clínicos en los que se incorporan dietas enriquecidas en DHA, si bien las conclusiones no son unánimes, se ha observado en general una reducción del riesgo de deterioro cognitivo, en particular en personas que aquejaban de pérdidas subjetivas de memoria.
Otros estudios han demostrado que en sujetos que consumían al menos 100 mg de DHA se observaba una reducción del riesgo de aproximadamente un 70%, frente a sujetos que consumían únicamente 30 mg de DHA diarios.
Actualmente, las dosis aconsejables son entre 200-300 mg de DHA / EPA diarios. No obstante, se precisan de otros estudios experimentales para conseguir un consenso respecto a las pautas neuronutracéuticas adecuadas de estos ácidos grasos esenciales.
Perspectiva futura
Teniendo en cuenta la alta incidencia de las enfermedades neurodegenerativas que cursan con el envejecimiento cerebral, es necesario que se prosigan las investigaciones en relación a la importancia de los PUFA, y la serie ω-3 en particular, en la prevención del deterioro cerebral y la preservación de la funcionalidad neuronal.
Lamentablemente, nuestras dietas actuales se encuentran claramente desproporcionadas respecto a la cantidad adecuada requerida de DHA y otros ω-3, fomentando procesos proinflamatorios y oxidativos, además de reducir la estabilidad de las membranas neuronales, por lo que se hace necesario fomentar el consumo de estos neuronutracéuticos que se encuentran en gran número de alimentos que debemos incorporar (o aumentar su consumo) en nuestra dieta.
La población, y en particular las personas mayores, deben conocer mejor estos alimentos y fomentar estilos de vida saludables. Como dice el proverbio “no se trata de vivir más años, sino de vivir más saludables”.
A este respecto, he creado recientemente una página web en la que comento de manera divulgativa para el público en general aspectos importantes sobre cómo envejece el cerebro y qué alimentos favorecen su funcionamiento, incluyendo recetas de cocina“neurosaludables” .
Agradecimientos
Agradezco a la Doctora Marta Rodríguez Pardo su amable invitación para colaborar en esta revista. Algunos datos comentados provienen de resultados de investigación, gracias a la financiación del MINECO, referencia SAF2014-52582-R.
Conflicto de interés
Declaro no tener ningún conflicto de interés.
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