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RUYMÁN RODRÍGUEZ

  • Graduado en Nutrición Humana y Dietética.
  • Técnico Superior en Dietética.
  • Experto Universitario en Nutrición y Dietética (UNIR).
  • Más de 20 años trabajando en el campo de la nutrición y los complementos alimenticios.
  • Comenzó como responsable de la implantación de las TICs en varias empresas de investigación del sector de la suplementación nutricional.
  • Coordinador del Máster de Salud de Precisión de la SESAP.
  • Co-fundador de la SESAP y de la Escuela Europea de Ciencias de la Salud (EECS).

Ácidos grasos esenciales: endocannabinoides, genética y obesidad

La composición a nivel tisular de los ácidos grasos esenciales juega un rol importante en nuestra salud y obedece tanto a la ingesta dietética como al metabolismo controlado por polimorfismos genéticos que deben tenerse en cuenta en la determinación de los requerimientos nutricionales, la composición corporal y el riesgo de enfermedades crónicas.

Los estudios experimentales y de intervención clínica sugieren que los ácidos grasos omega-6 y omega-3 tienen propiedades fisiológicas y metabólicas opuestas y provocan efectos divergentes sobre el aumento de grasa corporal a través de los mecanismos de adipogénesis, pardeamiento del tejido adiposo, homeostasis de lípidos, inflamación de bajo grado y un aumento en el tono del sistema endocannabinoide.

Se ha constatado recientemente que los individuos con sobrepeso u obesidad tienen mayores niveles de un determinado  endocannabinoide derivado del ácido araquidónico (AA). Dado que los endocannabinoides son productos derivados de las grasas precedentes de la dieta, la modificación de la ingesta de ácidos grasos omega-6 y omega-3 modula los endocannabinoides, y el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA) desplazan al ácido araquidónico (AA) de las membranas celulares, reduciendo la producción de estos endocannabinoides, lo que resulta en una disminución del apetito y la ingesta de alimentos que conduce a la mejora del perfil lipídico del paciente.

A día de hoy podemos comenzar a establecer marcadores de riesgo poligénico en base a la susceptibilidad interindividual a un mayor riesgo de obesidad. Por lo tanto, podemos establecer de manera más consistente, si cabe, que las personas con riesgo de obesidad deben mejorar su ratio omega 6/omega 3. Es hora de comenzar a trasladar las evidencias de la genómica, es decir, las asociaciones entre genes, nutrientes y enfermedades, como herramientas potenciales de nutrición personalizada para mejorar la salud de nuestros pacientes.