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DRA. ISABEL GARCÍA

  • Licenciada en Medicina.
  • Especialidad en Endocrinología y Nutrición.
  • Máster en Terapias Naturales (ISMET).
  • Máster de Psiconeuroinmunoendocrinología (PNIE) y Terapia Ortomolecular.
  • Formación en SIBO.

Una visión integral en la salud de la mujer del Siglo XXI

La progresiva industrialización y los avances tecnológicos en las últimas décadas, han supuesto un cambio en el paradigma  salud y terapéutica del ser humano. Un importante motivo es la modificación de los hábitos de vida con alimentación menos adecuada, mayor sedentarismo, mayor uso de tecnología, mal hábito de sueño y el crecimiento imparable en el consumo de medicamentos, que genera daño oxidativo.

Además, la salud intestinal ha empeorado existe mayor toxicidad ambiental y en el hogar, un sistema inmune debilitado que cronifica infecciones y un déficit de nutrientes consecuencia del empobrecimiento de los suelos y de los hábitos y situaciones previamente mencionadas.

Y no me olvido: El estrés incide de forma negativa retroalimentando el resto de factores y generando mayor tristeza, frustración y ansiedad. Parar y conectar más con nuestra esencia.

En el caso de la mujer el estrés está agravado por la situación social que solemos vivir con la incorporación laboral: ahora trabajamos y mantenemos las obligaciones del hogar y los cuidados a niños y mayores y un sinfín de tareas organizativas que suelen llevarnos, en muchas ocasiones, al colapso.

Los cambios hormonales durante el ciclo menstrual y también en fases como el embarazo, puerperio y/o menopausia también tienen un importante papel en el inicio y desarrollo de trastornos funcionales y orgánicos.

El abordaje de los distintos problemas de salud pasa por volver a la sabiduría popular: alimentación natural y con apetito, ejercicio de fuerza, mayor contacto con la naturaleza, mejor higiene del sueño y menor contacto con la tecnología. Vivir con mayor coherencia a lo que sentimos y pensamos, evitando tareas innecesarias y construir relaciones saludables.

Asimismo debemos abordar los problemas de toxicidad, disbiosis, infecciones y reducir el uso de medicamentos. Si cuidamos todos estos factores, la salud hormonal mejorará y el tránsito a las diferentes etapas en la vida de la mujer, será más liviano y llevadero.

En el plano social la mujer debe empezar a delegar. La equidad en el hogar es imprescindible para que la carga mental y física disminuya. A nivel de suplementación, una molécula que ha demostrado actuar en la mayor parte de factores comentados, reduciendo la inflamación general y cerebral, es el DHA. Por todo ello, es una piedra angular en el tratamiento de la patología de la mujer del mundo moderno.