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Irene Santacruz

  • Licenciada en Farmacia.
  • Doctora en Farmacia.
  • Farmacéutica Especialista en Análisis Clínicos.
  • Dietista Nutricionista.
  • Máster en Atención Farmacéutica.
  • Experta en nutrición antiinflamatoria, microbioma y fertilidad.
  • Responsable del Servicio de Nutrición de las Clínicas Arpa Medica.
  • Consultora Senior de Nutrición en Synlab, Diagnósticos Globales.

Estudio de ácidos grasos eritrocitarios y microbioma intestinal como herramientas para el abordaje de pacientes con estrés, ansiedad y depresión

Los trastornos mentales constituyen cada vez un mayor problema en la población mundial afectando, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), a una de cada ocho personas. Entre los más comunes se encuentran la ansiedad y la depresión que, a raíz de la pandemia de COVID-19, mostraron un crecimiento alrededor del 26% en el año 2020. El estrés, pese a no situarse dentro de este tipo de trastornos, supone también un problema cada vez mayor y se ha evidenciado su estrecha relación con el desarrollo de cuadros de ansiedad y depresión.

Pese a la existencia de estrategias preventivas y terapéuticas para el manejo de pacientes con estrés, ansiedad o depresión, en muchas ocasiones el acceso de estos a una atención eficaz es complicado. Por ello, y dada la etiología multifactorial de estos trastornos, resulta fundamental dar a conocer a los profesionales de la salud nuevas herramientas que permitan hacer un abordaje más integral, personalizado y efectivo.

En esta línea, es bien conocida la importancia de las grasas en nuestra salud cerebral. La determinación de los ácidos grasos eritrocitarios supone una herramienta importante para detectar desequilibrios en el metabolismo de estos nutrientes, los cuales pueden tener efectos negativos sobre la salud mental. Esta prueba es un marcador de la ingesta dietética media de ácidos grasos durante los últimos tres meses aproximadamente y de su transformación metabólica, lo que nos permite hacer una evaluación precisa de la dieta habitual del paciente.

Por otro lado, el microbioma intestinal, compuesto por los microorganismos que habitan en el intestino, sus genes y metabolitos, como los ácidos grasos de cadena corta (AGCC), el ácido gamma-aminobutírico (GABA), el indol 3-propiónico (IPA) o el lipopolisacárido (LPS), tiene también un impacto importante sobre el comportamiento, los trastornos de ansiedad y la depresión, así como en la prevención de enfermedades neurodegenerativas. La naturaleza de esta interacción, conocida como "eje microbioma-intestino-cerebro", sigue siendo un campo de investigación activo y en desarrollo.

En definitiva, el estudio de los ácidos grasos eritrocitarios y los test de metagenómica, que permiten detectar disbiosis específicas y conocer la funcionalidad del microbioma intestinal mediante la producción o consumo de determinados metabolitos, pueden resultar herramientas de gran utilidad para un abordaje integral y más dirigido de este tipo de trastornos. Dicho abordaje posibilitará al especialista la instauración de medidas dietéticas o de suplementación personalizadas, así como una mayor adhesión e implicación por parte del paciente.

Charla Taller a cargo de: Synlab.